Descripción
Nuestra flor de hibisco se cultiva en Egipto, a las orillas del río Nilo, en la zona de Luxor, como mucha delicadez y todo el saber hacer de nuestro recolector local.
Una vez secados sus pétalos sin calor, al aire ambiente y a la sombra, obtenemos una especia con intenso aroma floral y ácido.
La flor de hibisco conviene a la elaboración de platos y bebidas, sean calientes o frías.
Con su característico e intenso color rojo, se puede crio-infusionar en coctelería.
Añadir a una base de té, o bien realizar una infusión para una ganache o incorporar tal cual en una ganache para aportar crujiente a la textura.
En una ensalada, aportará sabor, color y textura.
Orígen: Egipto